El mensaje de esta canción en lo personal es demasiado impactante: Cuando se sufre en esta vida uno puede escoger dos caminos: ser justo lo que esperan que uno haga, o luchar contra la adversidad. Y es que precisamente le comentaba a un amigo en estos días, que uno nunca puede olvidar de donde Dios nos saco, y que día con día lo que hacemos es romper las estadísticas y defraudar a aquellas personas que apuestan en nuestra contra. Por ejemplo, siempre he dicho que para nadie sería una sorpresa si el día de mañana mi persona retornara a las drogas.
Siendo sinceros, de aquellos que me conocieron en mis años bajos, pocos se asombrarían si alguien les contará que mi persona finalmente cedió a las tentaciones, abandonando a su familia y traicionando la causa que guiaba su corazón para internarse en un bunker. Es más, muchos siguen esperando que eso suceda. El patrón dice que por lo vivido en esta vida, deberíamos estar en la parte baja de nuestra sociedad, con un par de hijos que no fueron planeados y una mujer que conocimos en una noche de pasiones, como compañera de nuestras vidas. Sin trabajo, sin estudios y viviendo en el limite de la miseria. Sin embargo la historia no siempre tiene que apegarse a las estadísticas. Son los hechos no las palabras los que marcan la diferencia.
Mi padre es un buen ejemplo de esto. Ayer cumplió cincuenta años de vida y aún a veces es difícil creer que hace 25 años fuera uno de los hijos más complicados de su pueblo. Sin embargo el tiempo pasa y las apuestas nunca se cumplieron. Hoy su historia es completamente diferente al futuro que muchos profetizaban. Es por que eso que siempre digo que somos dueños de nuestro propio destino. Porque con nuestras acciones es que vamos forjando nuestro camino hacia la gloria o el destierro eterno. No basados en lo que diga o piense la gente. Sino en lo que creamos en nuestro mente y corazón.
Al final de cuentas somos nosotros quienes escogemos el camino. Nadie puede hacerlo por nosotros. O somos lo que todos esperan, o salimos luchar contra las estadísticas. Porque de eso se trata la vida: una lucha constante. Una secuencia de batallas, victorias y derrotas que tendran eco en la eternidad. Un lugar donde nadie esta a salvo de las balas y las heridas. Porque para nadie es un secreto que nos toca sufrir en esta vida.
Por eso quien aprende a transformar sus heridas en señales de victoria, aprende a conquistar el mundo. Nosotros podemos ser la excepción a la regla. Los que marcan la diferencia. Porque aunque muchos duden, hay uno que nunca dejará de creer en nosotros. Por eso lucharemos hasta que arranquen la carne de nuestros huesos.
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